Crema de calabaza al horno
La crema de calabaza es un plato que se puede elaborar de muchas formas diferentes y aunque estamos acostumbrados a prepararla al fuego, hay que decir que también se puede preparar al horno de una forma muy sencilla.
Aunque parezca lo contrario, el sabor que se le proporciona a esta crema al hacerse en el horno es bastante diferente al que podemos estar acostumbrados preparando esta crema de calabaza en una cazuela en la cocina, como se hace tradicionalmente.
Es un plato que puede consumirse en cualquier momento del año. En la temporada fría es un excelente reconstituyente y en verano se puede tomar fría, aunque no hay que echarle demasiada nata para que no resulte demasiado espesa. En este caso, la textura debería quedar más o menos como si de un gazpacho se tratase.
Ingredientes para la crema de calabaza al horno
Para realizar esta receta necesitaremos estos ingredientes:
- 300 gramos de calabaza limpia.
- 200 mililitros de caldo de verduras, pollo o agua.
- 200 mililitros de nata para cocinar.
- 1 Patata.
- 1 Cebolla.
- 1 Manzana.
- Cúrcuma.
- Aceite de oliva virgen extra suave.
- Sal (a discreción)
Al preparar la crema de calabaza en el horno, encontraremos que es muy fácil de hacer y mucho más si antes de comenzar la receta ya se tienen todos los ingredientes y utensilios preparados. De esta forma se hará rápidamente y de una manera más ordenada.
Además, mientras se está preparando en el horno, podemos utilizar nuestro tiempo para hacer otras cosas, aunque no hay que olvidarse de vigilar el horno cada poco tiempo para evitar que se queme.
Modo de elaboración de la crema de calabaza al horno
Para poder hacer la receta de una forma rápida, comenzaremos precalentando el horno a 180 grados y mientras tanto iremos dando los siguientes pasos para que cuando el horno llegue a la temperatura adecuada, esté todo listo para hacer la crema.
El primer paso es limpiar correctamente la calabaza, quitándole la cáscara y las semillas, dejándola lista para ser troceada en forma de dados no demasiado grandes, intentando que todos tengan el mismo tamaño aproximadamente.
Posteriormente pelaremos la patata, la manzana y la cebolla, lo troceamos todo intentando que todo tenga la misma forma que la calabaza.
Sobre la bandeja del horno, colocaremos una hoja de papel parafinado para el horno. Los colocaremos encima bien repartidos, echando un poco de aceite de oliva sobre los trozos. Podemos aplicarlo con un pincel de cocina o mejor aún, con un spray, pero hay que tener cuidado de que no queden demasiado aceitosos.
Cuando el horno haya alcanzado los 180 grados, meteremos la bandeja con los ingredientes y dejaremos que se hornee todo durante unos 25 o 30 minutos hasta que queden tiernos, pero hay que evitar que se quemen, por lo que debemos estar atentos en todo momento.
Una vez todo esté listo, lo sacaremos todo el horno y lo echaremos en el vaso del procesador de comida e incorporaremos la nata líquida y el caldo de verduras, pollo o el agua con un par de pastillas de caldo concentrado diluidas.
Comenzaremos a batir hasta que la crema vaya espesándose, sazonaremos con sal y un poco de cúrcuma según nos guste. Incorporaremos el líquido hasta que la crema nos quede con la textura deseada, pero con cuidado para no pasarnos y que no nos quede demasiado líquida.
En el momento en el que tengamos la crema de calabaza de horno al gusto, podemos calentarla y servirla para tomar, intentando acompañarla de unos trozos de pan tostado, un cordón de nata líquida, pipas de calabaza o lo que nos pida la imaginación.